Mucho se ha discutido sobre filantropía: rol, definición, así como ámbitos de acción e impacto en nuestra sociedad. En otros países, en particular en Norteamérica y Europa, el rol de la filantropía y sus estándares de calidad han alcanzado ciertos consensos mínimos.
Los centros de estudios internacionales coinciden en que las acciones filantrópicas deben tener una utilidad pública. A modo de ejemplo, el European Foundation Centre define a las entidades filantrópicas como aquellas fundaciones o corporaciones que se caracterizan por tener recursos propios y un mandato asociado a su uso; contar con una institucionalidad y gobernanza independiente y garantizar que estos recursos se utilicen en acciones de utilidad pública.
Este marco conceptual no sólo diferencia la filantropía de la responsabilidad social, sino que además invita a quienes desarrollamos estas acciones a construir una institucionalidad que dé garantías a la comunidad respecto a la calidad, rigor, eficiencia e impacto de las acciones emprendidas. En efecto, resulta del todo necesario que la filantropía se ajuste a los estándares de modernización y que la sociedad exige a las organizaciones, tanto públicas como privadas, más aún si reciben donaciones.
No cabe duda de que la denominada FECU Social, puesta a disposición por la Comunidad de Organizaciones Solidarias (COS), ha constituido un avance sustantivo en materia de transparencia, agregando a la clásica memoria anual, estados financieros y otra información relevante para el conocimiento de las instituciones filantrópicas u ONG de la sociedad civil.
Sin embargo, la filantropía debe poder dar cuenta, además, de marcos conceptuales que garanticen un buen diseño de las acciones llevadas a cabo, y el impacto que estas puedan llegar a tener en la sociedad. Avanzar en esta línea permitirá no solo fomentar las donaciones, sino que también reducir la asimetría de información y sospechas existentes en torno al real impacto de sus acciones.
Sin duda se trata de un desafío ambicioso en el cual la filantropía está llamada a trabajar en alianza con el Estado, la sociedad civil y los privados, de manera de garantizar programas no solo eficientes, sino que también con impacto y que estén en la senda del desarrollo del país.
Por: Francisca Cortés Solari
Presidenta Ejecutiva Filantropía Cortés Solari (FCS)
Fuente: La Segunda