Por Tatiana Márquez, desde Madrid
“Estos días son una oportunidad para construir pilares fuertes y puentes de colaboración en un momento crítico para los océanos. Tenemos muchos aspectos que solucionar, tanto en la bidiversidad terrestre como en la marina”, afirmó Gonzalo Muñoz, High Level Climate Champion en la COP25, al participar en el panel ‘Global Climate Action in Marine Protected Areas’ del pabellón Chile en el sexto día de la cumbre climática.
“Soy muy crítico con todo lo que hay que cambiar. Tenemos que respetar no solo la masa de agua, sino también las especies y microoganismos que habitan en él, que son fundamentales en la cadena trófica y los ecosistemas”. Muñoz destacó el daño que produce la gran cantidad de microplásticos que se convierten, por error, en alimento de peces, pájaros y demás animales. “No estamos haciendo las cosas suficientemente bien, debemos cambiar a prácticas y sistemas de desarrollo más sustentables”, que se apoyen en una tecnología verde y responsable.
Este discurso, está muy en línea con el pensamiento de los expertos que participaron ayer en el panel ‘Maritime Traffic, Oceans and Biodiversity’ organizado por Filantropía Cortés Solari (FCS) a través de su Fundación MERI. En él se ha habló sobre la importancia de cuidar los mares y océanos y las especies vegetales y animales que habitan en ellos. Los bosques ya no deben ser considerados como los únicos pulmones de la Tierra, ya que los océanos son una fuente de oxígeno incluso mayor por su gran extensión. Además, se destacó la labor de los cetáceos en la mitigación del cambio climático, más concretamente, el papel que desempeñan las ballenas.
Sonia Español-Jiménez, líder del área de investigación de cetáceos de Fundación MERI, apostó por este mamífero como “una solución natural al cambio climático, ya que absorben el carbono que hay en el agua y cumplen un rol clave en la oxigenación y fertilización de los ecosistemas marinos y la cadena trófica”. Su papel es tan importante que afirmó que “salvar a las ballenas es salvarnos a nosotros”. La investigadora también habló de las amenazas que tienen los mamíferos de agua, siendo la principal, el tráfico marino. Las ballenas suelen tener una o dos crías a lo largo de su vida, por lo que una pérdida tiene mucho valor. “Como dice el lema de la COP25, es tiempo de actuar, tenemos evidencias, por favor hagámoslo”, señaló.
Ralph Chami, representante del Fondo Monetario Internacional (IMF) explicó la función del organismo: “Desde el IFM nos encargamos de transformar la información científica en económica, contabilizamos los costos para transmitirlo a los gobiernos y a la sociedad en general”. “Las ballenas retienen el carbono en su cuerpo y ayudan a fertilizar el fitoplancton, con lo que se oxigena el océano. Son necesariamente imprescindibles y apuesto por declararlas como un bien público internacional”, comentó.
Por su parte, Humberto González, Doctor en Oceonografía y Coordinador del Grupo Criósfera y Antártico del IPCC, explicó que los esfuerzos de investigación de su equipo se centran en “qué podemos hacer en temas de mitigación, adaptación y gobernanza, conectividad de los polos, el rol de especies claves en los flujos de carbono…, en definitiva, todo lo que tiene que ver con el cambio climático. Nos preocupa conectar lo natural y lo social, y así surge el concepto socio-ecológico en nuestras investigaciones”. González centró su discurso en los glaciares, los cuales “son muy importantes porque nos proveen de gran cantidad de servicios relacionados con el agua (soporte para consumo humano, agricultura, o forestación) y con la industria (turismo o energía, por ejemplo)”. El experto explicó que desde 1960, los glaciares han perdido más de 9.000 gigatones de masa, lo que es equivalente a un país como España y representa una tasa de pérdida de glaciares sin precedentes, provocando además desplazamientos de comunidades entre otras consecuencias negativas.
Ove Hoegh-Guldberg, biólogo y climatólogo especializado en arrecifes de coral y miembro del IPCC, comentó que los cambios en la criósfera y el océano están sucediendo extremadamente rápido y enumeró todo lo que eso provoca: aumento acelerado del nivel del mar, temperaturas récord, tormentas más agresivas, alteración de las corrientes marinas y las superficies de agua y tierra, declinación del oxígeno… “Hago urgentemente un llamado a la acción y animo a que lean nuestros informes para conocer más detalladamente sobre lo que está ocurriendo”, señaló tras hablar del reporte del IPCC Ocean as solution to Climate Change.