El zifio es un tipo de cetáceo poco conocido por el ser humano, debido a que pasa un 90% de su vida sumergido en los océanos. El registro visual muestra el trabajo conjunto que Fundación MERI -de Filantropía Cortés Solari- y personas e instituciones de la zona de la región de Aysén realizaron para poder trasladar hasta Santiago los restos de un ejemplar que varó en marzo de este año en esta localidad del sur de Chile. ¿El objetivo? Iniciar un proceso de investigación científica con el fin de obtener hallazgos que permitan aportar en la conservación de esta especie.
En marzo de este año fue rescatado en las costas de caleta Tortel el cuerpo sin vida de un zifio, una especie poco conocida de cetáceos de la familia Ziphidae, que pasa la mayor parte de su vida sumergido en las profundidades marinas. Este hito marcó el inicio de un arduo trabajo de investigación liderado por el equipo de Fundación MERI, de Filantropía Cortés Solari, en conjunto con diversas instituciones académicas y científicas.
La historia de este ejemplar fue plasmada en el documental “Zifio, el último viaje”, cuyo preestreno se realizó esta semana en Caleta Tortel, luego de ocho meses desde el hallazgo. El estreno, en tanto, se llevó a cabo el miércoles 6 de noviembre en el Museo Regional de Aysén, donde permanecen los restos óseos del zifio, los cuales fueron entregados, luego de la autorización de Sernapesca, este año por Fundación MERI, en el marco de un convenio de colaboración para la investigación científica y educativa de la zona.
“Con este documental buscamos contar una historia que refleja el esfuerzo de Filantropía Cortés Solari a través de Fundación MERI, por contribuir al conocimiento de los cetáceos en Chile, su cuidado y conservación, enfatizando en la importancia de construir alianzas para la conservación medioambiental”, destacó la doctora en biología marina y científica de Fundación MERI, Sonia Español-Jiménez, quien lideró el rescate de la especie y posterior estudio.
Por su parte, el director del Museo Regional de Aysén, Gustavo Saldivia, relevó el hecho que los restos de la especie encontrada en Caleta Tortel hayan regresado a esta zona. “La idea –dijo- es que los territorios se puedan estudiar desde los territorios. Que nuestro zifio vuelva a la región donde fue encontrado, es muy importante por lo especifico del hallazgo, pero también por lo simbólico de una descentralización que avanza de verdad, la descentralización del conocimiento”.
El zifio es un mamífero que pasa el 90% de su vida sumergido en las profundidades del océano, que no suele acercarse a las costas y, por tanto, es una especie poco conocida por el ser humano, una de las razones que movilizó a estos científicos para realizar las investigaciones y todo el despliegue que esto trajo a nivel local y nacional.
Debido a las causas por las que un animal de aguas profundas abandona su hábitat natural para ir a la costa, son todavía desconocidas. “Se ha visto que muchos cetáceos se desorientan y varan en las zonas costeras debido a sonidos muy intensos que dañan su sentido de la audición, como los sonares utilizados por submarinos. Otra razón podría ser que por alguna enfermedad se aleje de su hábitat natural, llegando a las playas”, señaló la científica de Fundación MERI.
Posterior a su estreno, el documental inicia una itinerancia por diferentes lugares de Chile, como Chiloé, Valparaíso y Arica. En esta última ciudad se presentará el 10 de noviembre en el marco del Festival Arica Nativa.
Convenio de colaboración MERI y Museo Regional de Aysén
El 27 de agosto, Fundación MERI y el Museo Regional de Aysén firmaron un convenio de colaboración para promover la difusión científica y educativa en la región, donde MERI trabaja desde hace años en la conservación de la Reserva Elemental Melimoyu.
La primera acción realizada bajo este convenio, fue la entrega de los restos óseos del zifio al Museo Regional de Aysén, hito que concluye con el estreno del documental en el mismo establecimiento.